Evangelio
Marcos: 16,15-20
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: "Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura. El que crea y se bautice, se salvará; el que se resista a creer, será condenado. Estos son los milagros que acompañarán a los que hayan creído: arrojarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal, no les hará daño; impondrán las manos a los enfermos y éstos quedarán sanos". El Señor Jesús, después de hablarles, subió al cielo y está sentado ala derecha de Dios. Ellos fueron y proclamaron el Evangelio por todas partes, y el Señor actuaba con ellos y confirmaba su predicación con los milagros que hacían.
Reflexión
“ Id a todo el mundo y proclamad el Evangelio ”
Como es lógico, las tres lecturas están enfocadas en la Ascensión del Señor. Primero hemos escuchado el comienzo de Hechos de los Apóstoles. En este pasaje, san Lucas hace una especie de introducción a este libro contándonos las últimas palabras de Jesús resucitado y su Ascensión.
El salmo 46 nos anima a aclamar al Señor en su Ascensión a los Cielos, desde los cuales rige ahora el mundo con misericordia.
San Pablo, en su carta a los Efesios, primero nos exhorta a ser buenos hermanos unos con otros y después, comentando el versículo 19 del salmo 68, nos dice que eso es posible porque Jesús, tras ascender al Cielo, nos envió sus dones para que los empleásemos evangélicamente.
Por último, escuchamos el final del Evangelio según san Marcos. En él Jesús da la últimas instrucciones misioneras a sus discípulos y asciende al Cielo.